La sentencia desestima el recurso de suplicación interpuesto por el demandado, despedido por acosar sexualmente a una compañera de trabajo. En sus fundamentos jurídicos considera que son suficientes para justificar un despido por acoso sexual comportamientos como los comentarios obscenos, bromas sexuales, explicación de fantasías sexuales, rumores sobre la vida sexual de las personas, comentarios groseros sobre el cuerpo y explicación de preferencias sexuales.